En un mundo donde todos buscan tener más – más tiempo, más recursos, más significado- en Iglesia de la Ciudad entendemos que el verdadero “más” comienza con una vida espiritual plena. Más vida espiritual. Más comunión con el Espíritu Santo. Más propósito para vivir en abundancia y disfrutar con los seres queridos.
Somos una iglesia que vive en constante avivamiento. Nuestro motor es el Espíritu Santo, quien guía y transforma cada aspecto de nuestras vidas y congregaciones. Nos mantenemos firmes bajo tres premisas fundamentales que marcan nuestra identidad y misión:
1. Vivir en santidad: Reconocemos que somos llamados a ser un pueblo apartado, reflejando la pureza y el carácter de Cristo en cada área de nuestras vidas.
2. Adoración profunda al Rey: Nuestra adoración no es un momento, es un estilo de vida. Vivimos para exaltar al Rey de Reyes con cada palabra, cada acto, y cada canción que surge de nuestro corazón.
3. Unidad: Somos un cuerpo, una familia en Cristo. Creemos que juntos, en amor y comunión, somos más fuertes y efectivos en cumplir el propósito de Dios.
Aquí en Iglesia de la Ciudad, creemos que Dios está obrando algo nuevo y poderoso en Su pueblo. Este es un lugar donde tu fe puede florecer, donde tu comunión con Dios se profundiza, y donde cada día puedes experimentar una vida llena de propósito y abundancia. Te invitamos a ser parte de este avivamiento. ¡Es tiempo de vivir para más!
En Iglesia de la Ciudad, vivimos para transformar familias y empoderarlas a través de un sistema sólido, fundamentado en la Palabra de Dios. Enseñamos a cada persona cómo vivir una vida victoriosa en Cristo, experimentando el poder de Su luz y Su verdad en cada aspecto de la vida diaria.
“Las personas que continúan aprendiendo siempre tienen futuro. Si te enfocas en el crecimiento, crecerás y siempre alcanzarás metas.”
Este principio guía nuestra misión de construir una comunidad que crece en fe, amor y propósito.
Nuestros congregantes son empoderados con enseñanzas prácticas y transformadoras que los conducen a disfrutar de una vida plena, en cada etapa de su vida basada en Jesús. Creemos que el verdadero crecimiento comienza cuando nuestra identidad está firmemente anclada en quien somos en Cristo.
En Iglesia de la Ciudad, proclamamos las verdades que definen nuestra misión y propósito:
“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.” (1 Pedro 2:9)
“El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor.” (Lucas 4:18-19)
“Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios.” (Efesios 2:19)
En cada mensaje, cada acto de amor y cada paso de fe, somos llamados a anunciar las virtudes de aquel que nos sacó de la oscuridad y nos llevó a Su luz admirable. Te invitamos a crecer con nosotros, a vivir en abundancia y a caminar en el propósito eterno que Dios tiene para tu vida.
El Ministerio de Iglesia de la Ciudad opera bajo la gracia del Dios Todopoderoso. Servimos a las iglesias locales. Nuestro deseo es trabajar en armonía, sobre la base de las doctrinas esenciales listadas debajo.
• La Biblia
La Biblia es la inspirada, infalible, inerrante, y autoritaria Palabra de Dios.
Hay un Dios, que existe eternamente en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Jesucristo es el eterno Hijo de Dios, completamente Dios y completamente humano. Nació de una virgen, vivió una vida sin pecado, murió como el sustituto sacrificial para pagar el castigo del pecado, resucitó físicamente de la muerte, ascendió a los cielos, y Él volverá de forma física nuevamente.
Dios creó al hombre y la mujer en Su perfecta imagen, con igualdad a través de las etnias, géneros, y clases.
Toda la humanidad, excluyendo a Cristo, es pecadora tanto por nacimiento como por acción.
• La paga del pecado
La paga correspondiente del pecado es la muerte física y espiritual.
• Salvación
La salvación del pecado viene solo como regalo de Dios a través de la fe en Jesucristo y Su sacrificio por el pecado.
• Resurrección
Tanto los salvos como los perdidos serán resucitados para el juicio final delante de Dios. Aquellos que, en su vida terrenal, se hayan alejado del pecado y hayan vuelto hacia Jesús en fe y arrepentimiento serán llevados hacia la recompensa eterna. Aquellos que no se hayan alejado del pecado hacia Jesús serán llevados al castigo eterno.
Nuestras iglesias están en las siguientes Ciudades.
• Monterrey N.L.
• Cd. De México
• Tlanepantla de Baz CDMX
• Iztapalapa CDMX
• Toluca Edo de México
• Tlalmanalco Edo. De México
• Huehuetoca Edo. Mex.
• Cuautitlán Izcalli Edo. De México.
• Tlaxcoapan Hidalgo
• Atotonilco de Tula Hidalgo.
• Tula de Allende Hidalgo
• Piedras Negras Coah.
• Nogales Sonora
• Queretaro, Qro.
• Juárez N.L.
• Guadalupe N.L.
• Escobedo N.L.
• Salinas Victoria N.L.
• Cd. Juárez Chih.
• Gómez Palacio Dgo.
• Matamoros Tamp.
• San Benito Tx.
• Eagle Pass Tx.
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• Huehuetoca Edo. Mex.
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• Atotonilco de Tula Hidalgo.
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